Las concentraciones de ADN tumoral circulante de los tumores del sistema nervioso central son muy bajas en el plasma, pero muy elevadas en el LCR. Realizar una biopsia líquida en el LCR, que se obtiene por punción lumbar, es una técnica mucho menos agresiva que las usadas hasta hoy para extraer muestras de tejido cerebral, que son más invasivas y suponen un riesgo más elevado para el paciente. Este estudio se ha llevado a cabo en parte por una beca que la Asociación Español Contra el Cáncer (AECC) otorgó a Joan Seoane y que ha permitido realizar todos los estudios hasta demostrar la viabilidad de esta idea, que cambiará sin duda el curso del estudio del cáncer y las metástasis cerebrales. Además, se ha visto que este ADN tumoral circulante también puede facilitar y complementar el diagnóstico de la carcinomatosis leptomeníngea.
Conocer el tipo de tumor y sus características es imprescindible para poder tratar cualquier tumor de forma específica y efectiva. Hasta la fecha, la extracción de tejido de tumor cerebral para su análisis se hacía con una biopsia por punción o cirugía, lo que ya suponía un riesgo per se para el paciente y la posibilidad de no acceder a una parte representativa del tumor.
Durante el último año se ha desarrollado con éxito una nueva técnica, la biopsia líquida, que permite detectar las mutaciones específicas de un tumor mediante una muestra de plasma en el que se encuentra el ADN tumoral circulante y, según los últimos estudios, con un mejor rendimiento que la biopsia clásica de tejido. Es una técnica mucho menos invasiva que facilita el procedimiento, se puede repetir para mantener el seguimiento del tumor y permite caracterizar cada cáncer. “Con este punto de partida y los resultados que se estaban publicando hemos buscado la manera de poder aplicar este tipo de biopsia líquida al cáncer cerebral y a las metástasis cerebrales precisamente por sus dificultades de acceso”, explica Joan Seoane, director del programa de Investigación Traslacional del VHIO, profesor ICREA y profesor asociado de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) que ha liderado el estudio.
La biopsia líquida en plasma es muy útil en casos de cáncer de colon metastásico, cáncer de mama y de pulmón pero, sin embargo, no tiene tanto éxito con los tumores cerebrales, por múltiples causas. “Nuestra principal limitación era que los niveles de ADN tumoral circulante de los tumores cerebrales son muy bajos en el plasma. Pero hipotetizamos que ya que el cerebro dispone de su propio circuito cerrado de fluido circulante –el líquido cefalorraquídeo (LCR)–, que baña el encéfalo y la medula espinal, y que está en contacto directo con las células tumorales, podría ser que el LCR fuera una buena fuente de ADN tumoral”, explica Seoane; “efectivamente, en el LCR hallamos ADN tumoral circulante a tan altos niveles que nos permiten detectar y caracterizar tumores con alta sensibilidad”.