El proyecto, denominado Observatorio Nacional de Ateromatosis en Nefrología NEFRONA, proporciona además un banco de datos de imagen y de muestras biológicas (suero y DNA) custodiadas en el biobanco de la Red de Investigacion Renal (REDINREN) de la Universidad de Alcala, muestras representativas de la población española, que podrán ser utilizada por múltiples investigadores para desarrollar sus respectivos proyectos de investigación.
Se trata de un estudio observacional, prospectivo y multicéntrico iniciado en el 2009 y que cuenta ya con 10 publicaciones internacionales y ha generado 7 proyectos de investigación financiados por el Instituto de Salud Carlos III (ayudas FIS). De hecho, el proyecto NEFRONA es el primer gran estudio que describe la prevalencia y el pronóstico de la enfermedad ateromatosa subclínica en diferentes estadios de Enfermedad Renal.
Los últimos datos han sido aportados por Elvira Fernández, jefe de Nefrología de Lleida e investigadora principal del estudio, en representación de los investigadores colaboradores y de la SEN con motivo de la celebración del XLV Congreso de esta Sociedad que se celebra en el Palacio de Congresos de Valencia.
Un resultado alarmante del estudio es la observación de placa de ateroma (enfermedad arterial ateromatosa) en el 70 % de pacientes con ERC. Una cifra mucho más alta que la población control con función renal normal que es del 52%. Esto condiciona la expectativa de vida de los pacientes renales. Además el estudio ha revelado que la prevalencia de enfermedad arterial en miembros inferiores en pacientes con ERC es más del doble (28%) que en la población sin ERC (12%).
Se ha identificado nuevos marcadores predictores por los grupos de Nefrología de la Fundación Jimenez Díaz (Madrid) y el Hospital del Mar (Barcelona). Además, el fósforo presente en las proteínas de los alimentos ha demostrado un factor de riesgo de ateromatosis en esta población.
La investigación estudia además polimorfismos (mutaciones) en 82 genes que podrían estar relacionados con la presencia de enfermedad renal. De ellos 6 han mostrado un poder predictor 6 veces mayor que los factores de riesgo conocidos. Esta combinación de mutaciones, una vez validada, podría ser muy útil como herramienta de medicina de precisión (o personalizada), para identificar a los pacientes con mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal.
Para Elvira Fernández “la trascendencia práctica de estos datos radica en que aporta conocimiento sobre una enfermedad devastadora en esta población y herramientas de precisión para el diagnóstico precoz. Los estudios de los mecanismos implicados pueden proporcionar dianas terapéuticas para el empleo de nuevos fármacos”.