Según subraya Alberto Breda, jefe quirúrgico de Trasplante Renal de la Fundación Puigvert, "la receptora requiere menos transfusión de sangre durante la operación, sufre menos dolor postoperatorio y necesita menos analgésicos. Además, no ha tenido que pasar tanto tiempo en el hospital". Otra de las grandes ventajas que ofrece el robot es la reducción de las complicaciones postoperatorias, ya que, tal como explica, "el Robot Da Vinci da al cirujano una imagen ampliada 12 veces respecto a su tamaño real y en tres dimensiones". Asimismo, el uso de brazos robóticos evita el temblor y permite una rotación de 360º. "De este modo, la intervención del cirujano es mucho más precisa y segura y evita complicaciones", asegura Breda.
El uso del robot, además, requiere sólo tres pequeños agujeros en el abdomen y una mínima incisión alrededor del ombligo que no rompe estructuras musculares. Así pues, mejora en gran medida el resultado funcional y estético.