El tratamiento endovascular, también llamado trombectomía, que se ha empezado a aplicar de manera habitual en el Hospital Universitario de Bellvitge desde hace un mes, permite tratar a pacientes que presentan una oclusión vascular cerebral y no han respondido a los tratamientos trombolíticos o no se les ha podido administrar por contraindicaciones. "El uso estandarizado del tratamiento endovascular mejorará el pronóstico de los pacientes con ictus isquémicos graves, ya que de esta manera se consigue una recanalización rápida y eficaz de un vaso que presenta una oclusión vascular", explica Pere Cardona, responsable de la Unidad de Ictus del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Bellvitge. La técnica consiste en curar la obstrucción de la arteria que ha causado el ictus introduciendo un stent por medio de un catéter. "Para indicar y aplicar este tratamiento se necesita alta tecnología y conocimientos actualizados", indica. "Es muy importante que los médicos de urgencias y de atención primaria, que son los primeros en visitar el paciente, conozcan los nuevos tratamientos que ofrecen los hospitales de tercer nivel y así saber cuál es la mejor vía para cada tipo de caso", indica Cardona.
Otra de las innovaciones en el tratamiento del ictus es la administración de nuevos fármacos anticoagulantes para personas con fibrilación auricular. Estos fármacos orales previenen los embolismos cerebrales y sistémicos asociados a este tipo de arritmia de manera más efectiva y segura. "Además de tener un efecto inmediato, presentan niveles más estables en el paciente, ya que sus efectos no se alteran por factores externos, como pueden ser la alimentación o la ingesta de otros medicamentos", explica Cardona.