Los especialistas prevén un aumento del juego patológico en las futuras generaciones de personas mayores debido al uso de las nuevas tecnologías. "En los próximos años prevemos que la prevalencia de juego patológico en mayores de 65 años aumentará, porque éstos estarán habituados a usar las nuevas tecnologías. Hay que tener en cuenta que el juego online es potencialmente más adictivo que el presencial por una serie de características, como son la facilidad de acceso, el anonimato, la rapidez entre apuesta y resultado, así como la disminución de la percepción del riesgo por parte del individuo, ya que éste se encuentra en un ambiente familiar", explica Susana Jiménez, jefe de la Unidad de Juego Patológico del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Bellvitge.
Las experiencias vitales estresantes propias de la etapa de la vejez, como la jubilación, la pérdida de la pareja, el distanciamiento y la escasa relación con los hijos, entre otros, son los principales factores de riesgo para las personas de edad avanzada de sufrir trastornos de juego. El Hospital Universitario de Bellvitge ha registrado un 11% de pacientes mayores de 65 años del total de visitas en el año 2013 con una evolución media de adicción al juego de siete años antes de hacer la primera consulta.
"El perfil psicopatológico y de personalidad que hemos observado en los pacientes de edad avanzada es una importante inestabilidad emocional, síntomas depresivos, causados por situaciones de crisis, ansiedad y aislamiento social. Así, estas personas se refugian en el juego como una manera de escapar de la realidad y desconectar de su entorno", indica Jiménez. Por este motivo, el tratamiento en estos enfermos potencia la capacidad de regulación emocional, desarrollando mecanismos para poder resolver los conflictos. Las alteraciones y enfermedades somáticas son otros factores de riesgo de sufrir un trastorno del juego.
En relación con el tipo de juego problemático, un 83,7% de pacientes mayores son jugadores de máquinas tragaperras, un 44,2% juega al bingo y un 17,1% a juegos de casinos. De promedio, la máxima apuesta en un único episodio de juego es de casi 350 euros y suelen gastar 55 euros por episodio. La media de deudas derivadas de su conducta patológica asciende a 8.500 euros. "El juego patológico en personas mayores no es tan severo como en otros sectores de población, ya que habitualmente éstos tienen unos ingresos más limitados y son menos impulsivos, una característica muy propia de los más jóvenes", especifica Jiménez. Los estudios concluyen que las motivaciones que llevan a jugar a las personas de edad avanzada son la búsqueda de entretenimiento y distracción en el juego, más que ganar dinero u obtener premios.