Según un informe elaborado por Vicente Matas Aguilera, vocal nacional de Atención Primaria Urbana de la OMC, en la mayoría de los centros de salud de muchas comunidades autónomas las cargas de trabajo que soportan los médicos son excesivas y en muchas ocasiones llegan a ser insoportables, ya que las agendas con 40, 50 o más pacientes al día son demasiado frecuentes.
Unas de las causas son las plantillas insuficientes, que con la crisis se han recortado aún más ya que en muchos casos no se cubren las jubilaciones o defunciones y en muchos servicios de salud cuando se cubren se hace con contratos precarios a tiempo parcial. "Por ejemplo, entre junio de 2013 y enero de 2014 las plantillas han crecido en 3.403 empleados públicos y sin embargo en el Sistema Nacional de Salud se han perdido 5.953 puestos", destaca Matas.
"Por desgracia lo que se está produciendo es una disminución progresiva del presupuesto dedicado a AP, que ha pasado del 15,63% en 2007 al 14,82% en 2012, cifra totalmente insuficiente y muy alejada del 25% de presupuesto sanitario considerado como imprescindible para un buen funcionamiento del sistema por las autoridades sanitarias internacionales", destaca el experto.
Por todo ello y de cara al periodo vacacional que comienza, considera Matas que si no se sustituyen las ausencias de los médicos en atención primaria, "la salud psicofísica de muchos miles de médicos en nuestros centros de salud se pondrá en peligro por el nivel de ansiedad y estrés que van a soportar". El ejercicio de la profesión en estas condiciones tan adversas podría causar asimismo un incremento de los errores médicos involuntarios. "Sin duda tras más de 40 pacientes en consulta a demanda y más de 4 o 5 horas continuadas, las posibilidades de error se incrementan mucho", advierte.
"Sin una financiación suficiente y adecuada de la atención primaria, que soluciona de forma muy eficiente más de 245 millones de consultas médicas al año, el buen sistema sanitario público español que disfrutamos, no será sostenible. Muchos médicos de AP ya están al límite de sus fuerzas y no pueden hacer milagros", concluye Matas.