El estudio ha identificado dos genes, el FOXM1 y el CENPF, que si se activan de manera anómala a la vez conducen a formas más agresivas y potencialmente letales del cáncer de próstata.
Una de las novedades del estudio es que se han utilizado algoritmos informáticos para generar redes de las interacciones entre las moléculas que se generan específicamente en el cáncer de próstata.
Actualmente se han puesto en marcha estudios preclínicos para determinar qué tratamientos o combinaciones de fármacos son más eficaces para combatir la activación anómala de los genes FOXM1 y CENPF. Asimismo, en un futuro cercano, identificar la presencia o no de estos biomarcadores en un paciente concreto permitirá ofrecer un tratamiento individualizado, más eficaz y con menos efectos secundarios.
La Comisión Europea, a través de les acciones Marie Curie del 7 Programa Marco, ha sido la fuente de financiación de Álvaro Aytes para el desarrollo del proyecto, en colaboración entre los grupos de Biología de Sistemas y Quimioresistencia del ICO-IDIBELL y la Universidad de Columbia, en Nova York.