Diversos estudios han situado el abordaje terapéutico personalizado de la diabetes tipo 2 como el paradigma más adecuado para alcanzar los resultados más satisfactorios. Este hecho, junto a la aparición en los últimos años de nuevos grupos de fármacos con mecanismos de acción complementarios, ha llevado a la RedGDPS al desarrollo del nuevo algoritmo, que introduce cambios importantes respecto al anterior. El algoritmo de 2014 ya aborda el tratamiento teniendo en cuenta, además de los niveles de HbA1c, las situaciones clínicas más frecuentes en nuestro entorno. El algoritmo define tres principales escenarios clínicos a considerar: la insuficiencia renal grave; la edad avanzada del paciente (más de 75 años) y/o su fragilidad y la obesidad grado 2.
Consideraciones para establecer objetivos terapéuticos
Del mismo modo, la RedGDPS plantea diversas consideraciones para establecer los objetivos terapéuticos individualizados. Para ello se requiere un abordaje integral para reducir el riesgo cardiovascular, las complicaciones agudas crónicas y mejorar la calidad de vida del paciente (mediante el control de la presión arterial y de lípidos). Se debe considerar la edad del paciente y los años de evolución de la enfermedad, y la presencia de complicaciones o la comorbilidad asociada (presencia de otras patologías). En los pacientes frágiles se deben primar las intervenciones orientadas a evitar los síntomas de la enfermedad y a mejorar o mantener la calidad de vida. La educación diabetológica (alimentación, ejercicio físico y tratamiento farmacológico) del paciente y sus familiares o cuidadores; el seguimiento clínico periódico; y pactar los objetivos terapéuticos y las intervenciones con el paciente, para lograr la máxima adherencia por su parte.
Abordaje de la DM2 desde Atención Primaria
El nuevo algoritmo ofrece dos opciones de entrada para la toma de decisiones (las cifras de HbA1c –y o GME: la glucemia media estimada –y la situación clínica predominante. A partir de aquí, y basándose siempre en el juicio clínico del profesional, propone los objetivos a conseguir y las pautas de recomendaciones de estilo de vida y terapéuticas a aplicar, así como las modificaciones en dichas pautas (monoterapia o combinación de fármacos, aumento de dosis, introducción de insulinización, etc.) en función de la evolución del estado del paciente y de si se logran o no los objetivos deseados. Todo con el fin de ayudar a conseguir una mejor calidad de vida para una patología crónica y de alta prevalencia en nuestra sociedad.