El adenocarcinoma es el único de los cuatro principales subtipos histológicos de cáncer de pulmón que también se desarrolla en un número sustancial de no fumadores. En esta investigación ha participado Mark Nieuwenhuijsen, investigador responsable del programa de Contaminación Atmosférica del CREAL, de la alianza ISGlobal.
«Puede que se tenga que agregar la contaminación del aire, incluso a concentraciones actuales, a la lista de causas de cáncer de pulmón y reconocer que la contaminación atmosférica tiene efectos importantes en la salud pública», advierte Nieuwenhuijsen. Ole Raaschou-Nielsen, del Centro de Investigación de la Sociedad Danesa del Cáncer, que ha dirigido un equipo de investigadores internacional para evaluar el impacto de la exposición a largo plazo a los óxidos de nitrógeno y partículas, de diámetro inferior a 2,5 micras (PM2.5) y 10 micras (PM10), relacionadas con el riesgo de cáncer de pulmón. Las fuentes de contaminación atmosférica por material particulado incluyen el tráfico, la industria y la calefacción doméstica.
Mediante datos del estudio europeo de cohortes sobre los efectos de la contaminación del aire (ESCAPE-European Study of Cohorts for Air Pollution Effects), coordinado por la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, los investigadores realizaron un meta-análisis de 17 estudios de cohortes en nueve países europeos, con casi 313.000 personas.
La concentración de la contaminación del aire se calculó en domicilios mediante modelos de regresión de uso del suelo. Se realizó un seguimiento de los participantes diagnosticados con cáncer de pulmón en los registros nacionales y locales de cáncer, y los investigadores aplicaron modelos estadísticos para separar la influencia de los contaminantes del aire de otros factores como el tabaquismo, la dieta, y el tipo de trabajo.
De los participantes del estudio 2.095 desarrollaron cáncer de pulmón durante los 13 años de seguimiento. El análisis encontró que por cada aumento de 5 µg /m3 de contaminación de PM2.5, el riesgo de cáncer de pulmón aumenta un 18%, y por cada aumento de 10 µg/m3 en la contaminación por PM10 el riesgo aumenta en 22%, con efectos más fuertes en los adenocarcinomas. No se observó ninguna asociación entre el cáncer de pulmón y la concentración de óxidos de nitrógeno.
Según Nieuwenhuijsen, «la asociación entre la contaminación por partículas del aire y el riesgo de cáncer de pulmón persiste también en concentraciones por debajo de los valores límite de calidad del aire de PM10 (40 µg/m3) y PM2.5 (25µg/m3) de la Unión Europea. No hemos encontramos un umbral por debajo del cual no hay riesgo».