Ante esta situación, la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE) ha insistido en la necesidad de establecer medidas urgentes y efectivas en la prevención y control de la enfermedad y de sus complicaciones y requiere que todos los agentes implicados (administraciones públicas, profesionales médicos, enfermeros, nutricionistas, psicólogos, familiares y, sobre todo, pacientes) trabajen de forma conjunta.
Señala la FEDE que el personal sanitario debe explicar de manera clara al paciente la gravedad y las consecuencias de la diabetes si no se cuida y se controla adecuadamente. Para que el mensaje sea más efectivo, tiene que adaptar el lenguaje a cada persona con diabetes, para que comprenda la patología, pueda ser autónomo en su gestión y, con ello, se adhiera al tratamiento. «Es importante que asuma la enfermedad sin que suponga temor la palabra crónico» señala Ángel Cabrera, presidente de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE). «Para apostar por la educación en diabetes hace falta que cambien las políticas sanitarias, que no se produzcan recortes que, a largo plazo, van a suponer un mayor coste para el sistemas sanitario, y se definan estrategias de formación de futuro y, no sólo para los 4 años que dura una legislatura».
Asimismo, recuerda la FEDE que los pacientes y sus familiares deben hacer un uso responsable de los servicios del Sistema Nacional de Salud y del material sanitario para el control de su diabetes; preguntar todas aquellas dudas sobre la patología o tratamiento, y asistir a las terapias que considere oportuno su equipo médico. «Es una realidad que la integración de la educación diabetológica y asistencia psicológica tanto a pacientes como a familiares ha disminuido el impacto de esta enfermedad, ha ayudado a asumirla y a ser más proactivos con los tratamientos,lo que fomenta la adherencia a los mismos y favorece que se pueda llevar una vida lo más normal posible», destaca la FEDE.