El ATLAS de la disfunción eréctil en Cataluña, con la participación de 46 médicos de la comunidad de los cerca de 550 médicos consultados en toda España, tiene como objetivo reflejar la manera de asumir y tratar la DE desde la perspectiva de los hombres y médicos de AP. Dos cuestionarios a modo de estudio observacional: uno acerca del abordaje de la DE por parte del médico, y otro acerca del papel del paciente en el abordaje de la DE, validados por un comité de expertos, han permitido recopilar los datos.
Para Ferrán García José, secretario general de ASESA, responsable de la Unidad de Andrología del Instituto Marqués de Barcelona y Coordinador del ATLAS de la disfunción eréctil en Cataluña, «la disfunción eréctil es más que una disfunción sexual», ya que constituye un importante marcador del estado de salud del hombre al estar asociada a un mayor riesgo de presentar enfermedad coronaria». Según este especialista, la disfunción eréctil puede ser un signo centinela que puede alertar al médico de primaria sobre la existencia de patología cardiovascular, diabetes, hipertensión, entre otros.
Destaca Ferran García que hay estudios que muestran que muchos individuos con DE sufren un evento cardiovascular entre 2 y 3 años después de la aparición de los primeros problemas de erección. «Debería entrar dentro de os protocolos que el médico de atención primaria incluya una pregunta sobre disfunción eréctil en la anamnesis, pero es un tema que no está contemplado ni en las historias clínicas informatizadas», señala
Se estima que un varón con problemas de erección tarda una media de 1,7 años en consultar con el médico desde que manifiesta sus primeros problemas; de ahí la importancia de que el profesional de primaria indague sobre este tema al elaborar la historia clínica.
Enfermedad infradiagnosticada e infratratada
Las conclusiones de la investigación llevada a cabo, confirman que la disfunción eréctil es una patología infradiagnosticada e infratratada. El 54,4% de los médicos consultados tenía datos acerca de la DE de sus pacientes, pero atendiendo a la prevalencia de incidencia del 18,9% 3.341 hombres deberían padecerla y hay solo 1.087 varones diagnosticados en las consultas de AP en Cataluña, lo que representaría un 32,5% de los pacientes con DE.
De los pacientes diagnosticados en Cataluña un 46% estarían tratados (según datos de venta de tratamientos orales para la DE (inhibidores de la fosfodiesterasa 5 de 2011), lo que representaría 500 pacientes de los 1.087 diagnosticados.
El médico de AP y la disfunción eréctil
En Cataluña los médicos creen que no se concede suficiente importancia a la DE a pesar de tener interiorizado que es síntoma centinela de otras enfermedades. Así, la relacionan con trastornos afectivos (aunque desconoce si como causa o consecuencia), enfermedades cardiovasculares y metabólicas, problemas de próstata y déficit de testosterona.
En la mayoría de los casos el diagnóstico fue hecho por el propio médico (un 73% de las ocasiones) y diagnosticaron más los facultativos del sexo femenino que los del masculino.
La falta de tiempo en la consulta y de información o formación específica son dos de los motivos que dificultan el abordaje proactivo de los problemas de DE por parte del médico, que reconocen preguntar con mayor frecuencia a aquellos hombres tratados con medicamentos que afectan a la función eréctil, con comorbilidades y los mayores de 61 años.
Con respecto a los tratamientos, el hombre espera que el fármaco actúe rápidamente y volver a tener el mismo rendimiento sexual que antes. La falta de rapidez en los resultados y el precio, seguido de los posibles efectos adversos y las posibles complicaciones cardiovasculares preocupan a los pacientes catalanes. De hecho, falta de efecto inmediato y precio son dos de los motivos que provocan el abandono del tratamiento.
La pareja es con relativa frecuencia la primera en detectar el problema y en el 23,6% de las ocasiones acompaña a su pareja a consulta, además un 12,7% de las mujeres acude sola al médico demandando información