La agencia MindMetreResearch ha presentado un informe que analiza cuatro procesos de implementación de políticas de «uso exclusivo de dispositivos de seguridad» en hospitales de la región de Madrid,identificando sus principales factores de éxito. Este proceso se siguió en consonancia con la legislación europea sobre prevención de lesiones por objeto cortopunzante, que deberá formar parte de la legislación nacional antes de mayo de 2013.
De la experiencia de estos hospitales pioneros -La Paz, Infanta Leonor, Fuenlabrada y Gregorio Marañón- se extraen valiosas conclusiones, como que la conversión es una inversión económicamente rentable, que no sólo se mejora la seguridad sino el ánimo de los trabajadores, la importancia de una preparación adecuada antes de implementar el proceso, los beneficios de la participación del personal en la selección de los dispositivos, así como lo imprescindible de una buena formación que garantice el éxito del proceso.
En el Hospital Universitario la Paz, puesto que los nuevos dispositivos afectaban a una gran variedad de grupos de profesionales, desde operarios de eliminación de residuos hasta personal de enfermería o personal de urgencias, la verdadera dificultad fue asegurarse de que todos estuvieran cómodos con la nueva tecnología y fueran conscientes de los riesgos asociados con el material cortopunzante.
En el Hospital Infanta Leonor, sin embargo, estos dispositivos estuvieron presentes desde su apertura en 2008, lo que en palabras de su director gerente César Pascual, les convierte en un referente. «La gran concienciación de nuestro personal sanitario sobre las lesiones por objetos cortopunzantes convierte al Hospital Infanta Leonor en un marco de referencia para otros hospitales y regiones a la hora de adoptar una estrategia de seguridad».
En el Hospital Universitario de Fuenlabrada este proceso sólo duró un mes. Luis Mazón, coordinador del servicio de prevención de riesgos laborales, atribuye su éxito a dos factores clave. «En primer lugar, seguimos un proceso bien estructurado y, en segundo lugar, tuvimos en cuenta la opinión de los profesionales que iban a utilizar los dispositivos. Por tanto, no hubo resistencia por parte del personal o de los pacientes».
En el último hospital analizado, el Gregorio Marañón, el proceso de conversión al uso exclusivo de dispositivos con ingeniería de seguridad duró 10 meses. Sergio Ruiz, director de gestión del Hospital, destacó también la importancia de una adecuada formación del personal. «La formación es un elemento fundamental. La adopción de nuevos dispositivos no es suficiente; es fundamental aprender a utilizarlos correctamente. El hospital confió en los proveedores para que impartieran formación de calidad».