La aplicación del proyecto DE-PLAN (Diabetes in Europe-Prevention using Lifestyle, Physical Activity and Nutritional-intervention) aplicado en Catalunya, a través del Área de Diabetes y Enfermedades Endocrino-Metabólicas del IDIAP Jordi Gol, ha demostrado por primera vez en Europa la efectividad de una intervención sobre el estilo de vida durante la práctica clínica en atención primaria porque reduce sustancialmente la incidencia de la diabetes tipo 2 entre los participantes con riesgo alto.
El proyecto DE-PLAN-CAT/PREDICE, la aplicación en Cataluña del proyecto europeo DE-PLAN, ha consistido en un estudio prospectivo de cohortes en atención primaria. Se realizó un cribado doble y secuencial en sujetos no diabéticos de 45 a 75 años, primero mediante el cuestionario FINDRISC (8 ítems analizando el riesgo futuro de diabetes) y, segundo, con una prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG). El estudio se ha llevado a cabo desde la Unitat de Suport a la Recerca (USR) que el IDIAP Jordi Gol tiene en Reus y Tarragona, con la participación de centros de atención primaria distribuidos a lo largo de Catalunya.
Los participantes con riesgo alto aunque libres de diabetes se asignaron consecutivamente a una intervención estandarizada o bien a la intervención intensiva DE-PLAN sobre el estilo de vida (individual o grupal). Ambos grupos fueron seguidos, el primero con medidas convencionales y el segundo mediante refuerzo periódico personal de su motivación. El indicador primario de efectividad fue el desarrollo de diabetes a los 4 años (criterios OMS).
Se contactó con 2.547 usuarios determinados al azar entre la población asignada a los centros de atención primaria, de los cuales 2.054 (80,6%) respondieron al cuestionario y 1.192 (58%) consintieron además la prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG). En 624 de los usuarios se detectó riesgo alto de diabetes, bien por FINDRISC (n=347), por PTOG (n=106) o ambas pruebas (n=171).
Finalmente, 552 usuarios aceptaron la intervención asignándose 219 (39,7%) al modelo estandarizado y 333 (60,3%) a la intervención intensiva. Ambos grupos fueron comparables en edad, sexo, índice de masa corporal, puntuación obtenida en FINDRISC (16,2/15,8), en los indicadores glucémicos así como en el interés por introducir cambios en su estilo de vida.
Resultados
Se diagnosticó diabetes a 124 participantes, de los cuales 63 (28,8%) en intervención estándar y 61 (18,3%) en intervención intensiva. Durante una mediana de 4,2 años, la incidencia de diabetes fue de 7,2 y 4,6 casos por 100 personas/año, respectivamente, reduciéndose un 36% el riesgo relativo de desarrollar diabetes en el grupo de intervención intensiva respecto a la intervención convencional.
El número necesario de participantes a tratar durante 4 años para reducir un caso de diabetes fue de 9,5. La intervención intensiva tuvo un efecto protector significativo sobre la incidencia de diabetes en todos los modelos multivariados analizados.
Según Bernardo Costa, coordinador del Grupo de Investigación DE-Plan-Cat/PREDICE del Área de Diabetes y Enfermedades Endocrino-Metabólicas del Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP Jordi Gol) «estos resultados son muy valiosos porque demuestran que llevar a cabo una intervención intensiva sobre el estilo de vida bien estructurada no sólo es factible en atención primaria, sino que además reduce sustancialmente la incidencia de diabetes entre los participantes con riesgo alto. Esta experiencia puede mostrar el camino a seguir a otras iniciativas que se están intentando desarrollar en otros países y refuerza la idea teórica de que la diabetes tipo 2 see puede prevenir introduciendo cambios perfectamente asequibles en el estilo de vida».