El consumo de sustancias psicoactivas ha tendido hacia la reducción o cese durante los meses de marzo a junio, periodo en el que ha estado vigente el estado de alarma por la COVID-19. En ese mismo periodo, se ha visto incrementado el consumo tecnológico. Así se pone de manifiesto en un primer análisis realizado por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones tras revisar distintas fuentes de información.
Los especialistas advierten de que existe un incremento preocupante de las llamadas adicciones sin substancia entre los adolescentes y jóvenes y, entre ellas, es destacable el abuso de las tecnologías (internet y teléfono móvil) en cerca de un 5% de los jóvenes.
El Departamento de Salud ha completado el desarrollo de la Cartera de servicios de salud mental y adicciones en la atención primaria de salud. En un año se ha conseguido triplicar el número de nuevos profesionales especializados en salud mental, y se ha pasado de 100 a 300.